Aquí tenéis otra viñeta del
próximo Maroto. Como veis, acción y carreras no van a faltar.
Es muy frecuente que se considere que hacer un tebeo es poco más
que dibujar el “story board” de una película. Aquello de que el cómic es el
cine de los pobres, ¿os acordáis? Pero lo cierto es que este medio ha
desarrollado intuitivamente unos complejos mecanismos de narrativa visual imposibles
de reproducir en cine. Recursos que se han usado durante décadas con toda
naturalidad en el tebeo clásico y que en el tebeo reciente, con toda su
renovación vanguardista de la narración y el lenguaje, parece que se perciben
como infantilizantes y se procuran minimizar u obviar.
Me voy a referir a lo que
llamaré, siguiendo a Roman Gubern, "síntesis
asincrónica". Y perdonad el palabro. En los tebeos de superhéroes es muy habitual que para dar mayor énfasis y
gravedad a momento, a una situación, se nos presente con toda una serie de
viñetas ralentizadoras, que fraccionan una acción corta en muchas imágenes
llegando a la redundancia y estirando el tiempo de manera efectista. O
expresiva, si lo preferís.
La "novela gráfica", por su parte, tiende a usar un tempo
narrativo más pausado debido al carácter más reflexivo e introspectivo de sus
historias, en general. En ambos casos el tiempo contenido en cada viñeta es
mínimo y se utilizan muchas viñetas para resolver acciones de poca acción. La viñeta
tiende a entenderse más como instantánea fotográfica. El tiempo y las acciones
contenidas en cada imagen es único, siendo ya raro encontrar ejemplos
de síntesis temporal como el ejemplo que usara Román Gubern en su clásico "El lenguaje de los cómics"( 1972) :
El segundo problema
semiológico se refiere a la contradicción lingüística entre la temporalidad del diálogo y la congelada instantaneidad de
la expresión icónica (y más precisamente «gestual»). Esta contradicción obliga
al dibujante a elegir en cada representación
el momento gestual más significativo
de sus personajes. Pero aun así, le resulta imposible evitar en muchos
casos una «asincronía» entre la gestualidad estática y la expresión
del discurso verbal, o, incluso, una asincronía entre varios personajes. Su
ejemplo más sencillo está referido a dos
interlocutores (A y B). La
gestualidad del personaje A corresponde al inicio de la acción o diálogo
y la del personaje B corresponde al final de su acción, pero la gestualidad
del personaje B (respuesta) puede resultar aberrante si es leída como
gestualidad contemporánea de la acción (o diálogo) del personaje A.
Ilustremos esta
asincronía con la viñeta aquí reproducida en la que se muestra a Flash Gordon, herido,
que es atendido por Zarkov. Puesto que la lectura de la imagen se efectúa de
izquierda a derecha, el primer personaje que interviene en la acción representada es el soldado, que pregunta: «¿Ha
muerto el rey? ¿Hemos de rendirnos?» Pero Zarkov (segundo personaje en la
secuencia izquierda-derecha) informa a los dos personajes presentes: «i Ah, esto parece que le hace
volver en sí, Dale! » La buena noticia
anima a Dale (tercer personaje en la
secuencia), que extiende la mano con gesto autoritario, para ordenar al
soldado:
«¡Flash vive! ¡Vuelve
a tu puesto, cobarde!» La réplica de Dale
está obviamente producida por la
tranquilizadora información de Zarkov
(es decir, es posterior a ella) y resultaría
aberrante leer el gesto autoritario
de Dale como contemporáneo de la
pregunta del soldado «¿Ha muerto el rey? ¿Hemos de rendirnos?», pregunta que presumiblemente Dale ha escuchado con atención y tal vez con los brazos extendidos a lo largo del cuerpo (momento omitido por el dibujante, que ha elegido en cambio, con razón, el gesto que corresponde
a su réplica).
Este otro
ejemplo de Ibáñez vuelve a mostrar la sorprendente capacidad del tebeo para sintetizar en una misma imagen distintos
momentos de una misma acción y diálogo sin que el lector deje de entenderlo. Esto sí que
es un recurso de sintaxis de un lenguaje que va mucho más allá de los hallazgos de pura composición ydiseño.
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