Si hablamos de “La
Flauta Magica”, así, sin más, todos supondrán que nos referimos a una de
las óperas de Mozart más conocidas y
representadas. Sin embargo a los lectores de tebeos más recalcitrantes posiblemente
también les venga a la mente “La flauta de seis agujeros”, después llamada “La flauta de los pitufos”, novena de
las aventuras de Johan y Pirluit, escrita y dibujada en 1958 por Peyo (Pierre Culliford). Como es bien sabido es en esta historieta donde por primera vez aparecen como personajes secundarios los luego celebérrimos pitufos, como constructores de las flautas mágicas.
Es lo que me pasó cuando hace poco asistí a la representación
de la ópera de Mozart en el Teatro Real de Madrid. Como tienen la buena
costumbre de ir poniendo el libreto traducido en un panel luminoso sobre el
escenario, uno puede enterarse por fin de lo que dicen los personajes de una ópera que ha escuchado no pocas veces, y, en este caso, me
sorprendió a mi mismo que, en varios pasajes de la obra, el texto me trajera reminiscencias pitufas. Recordemos que el "guión" de la ópera lo escribió Emanuel Schikaneder, al parecer masón iniciado, que trufó el libreto de referencias esotéricas. No creo que Peyo llegara a tanto, pero vamos a ver unos pocos paralelismos, más o menos cogidos por los pelos, que a mi me parecen curiosos.
Avanzaremos en paralelo, a la izquierda Mozart- Schikaneder, a la derecha Peyo.:
Pero en el tebeo de Peyo el origen de la flauta es un brujo al que han quemado. |
La "magia" de la flauta de los Pitufos consiste que hace bailar a la gente hasta desfallecer, así que los protagonistas la usarán para defenderse.
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una suerte de hadas, hacen un par de regalos
a los protagonistas. Al príncipe Tamino
le regalan una flauta mágica y a Papageno
un carillón. Al parecer ambos instrumentos
son mágicos y les protegerán.
(le da a Tamino una flauta de oro) / ¡Oh Príncipe, acepta este regalo! / Te lo envía nuestra princesa. /Esta flauta mágica /te protegerá y sostendrá /en las mayores desgracias.
LAS TRES DAMAS
Te permitirá obrar / con omnipotencia, /transformar las pasiones / de los hombres:
el triste se
pondrá alegre, / el solterón
se enamorará.
TODOSOh, una flauta como ésta vale más / que todo el oro y todas las coronas, /pues con ella se incrementa /la dicha y felicidad de los hombres.
PRIMERA DAMA
(le da un carillón a Papageno) /Toma este tesorito, / es tuyo.
PAPAGENO
¡Eh, eh! ¿Que habrá dentro?
LAS TRES DAMAS
Dentro oirás sonar las campanillas.
PAPAGENO
¿Y podré tocarlas / cuando me apetezca?
LAS TRES DAMAS
¡Pues claro que sí! / ¡Sí, sí, claro que sí!
TODOS
Las campanillas de plata, /la flauta mágica serán necesarias / para vuestra/nuestra protección. /Adiós, nos
vamos. / Adiós. ¡Hasta la vista!
No obstante según Schikaneder no es la flauta mágica la
que hace bailar hasta el desmayo a la gente. Esta es, más bien, un instrumento cuya
música protege de las amenazas y trae la felicidad a las gentes. Será el carillón de Papageno, con el
sonido de sus campanitas, el que haga bailar incontroladamente a los que lo
oyen. Y Papageno lo usa para defenderse:
MONOSTATOS
¡Eh, esclavos, venid acá! / (Vienen unos esclavos con cadenas.)PAPAGENO
¡Quien mucho arriesga, mucho gana! / Ven, hermoso carillón, / haz que suenen, /que suenen las campanitas, / que sus oídos las oigan cantar. / (Toca el carillón. Enseguida Monostatos y los esclavos se ponen a bailar y a cantar.)
MONOSTATOS, ESCLAVOS
¡Qué sonidos tan magníficos, /qué sonidos tan bellos! /¡Larala la la larala!
¡Nunca había oído ni visto /cosa igual! / ¡Larala la la laralal
(Salen, sin dejar de bailar.)
También hay cierta coincidencia en el método a seguir para fabricar una flauta mágica: hay que tallarla con el corazón de un arbol singular, si bien el ambiente necesario para hacerlo parece más peliculero en la ópera. Así lo explica
la propia Pamina, hija del constructor
de la flauta:
PAMINA
Y si tú
tocas tu flauta mágica,
ella nos
protegerá en el camino.
En una hora mágica mi padre
la talló de lo más hondo
de una encina milenaria,
entre truenos y relámpagos,
tempestades y huracanes.
Ven y toca la flauta,
nos guiará por el camino de espanto.
En una hora mágica mi padre
la talló de lo más hondo
de una encina milenaria,
entre truenos y relámpagos,
tempestades y huracanes.
Ven y toca la flauta,
nos guiará por el camino de espanto.
También
aparece lo que tener que atravesar un lugar lleno de peligros: gracias a la
flauta en la ópera; gracias a la “hipnoquinesia” en el tebeo.
PAMINA, TAMINO
¡Alegres atravesamos, / gracias al poder de la música, / la sombría noche de la muerte!
LOS DE LA ARMADURA
¡Alegres
atravesáis, /gracias al
poder de la música, /la sombría
noche de la muerte!
(Tamino y Pamina se dirigen hacia la
montaña que arroja fuego. Atraviesan
las llamas, entre los rugidos
del viento. Tamino toca su flauta. Así que salen del fuego, se abrazan.)
PAMINA, TAMINO
Hemos
atravesado /las llamas
ardientes, /hemos
afrontado /con valor el peligro. /Que tu
música nos proteja
en el aguas, /como nos ha
protegido en el fuego.
(Tamino toca la flauta. Se dirigen hacia
la montaña de la cascada, descienden
y al poco tiempo vuelven
a
subir. Enseguida aparece la entrada de un templo que brilla iluminado.)
En fin, espero no haber ofendido a demasiada gente con este cortocircuito de ideas que conecta, en mi cerebro calcinado por el pop, la "alta cultura" y los tebeos infantiles. No pude evitarlo.