Ahora que las obras de remodelación de la manzana que hay
entre la Puerta del Sol y la plaza de Canalejas, en Madrid, han estado a punto
de hundir la línea 2 del metro, he recordado que en la calle de Alcalá, cerca
de Sol, había un antiguo edificio del banco de Santander. En la fachada, sobre
la puerta, lucía un precioso relieve de Frederic Marés, el escultor que creó su
propio museo en Barcelona para exhibir su asombrosa colección de todo tipo de
cosas. Es especialmente interesante su colección de escultura románica, gótica
y barroca castellano –leonesa, con piezas que llegaron allí desde los más
recónditos pueblecitos de la región. Si no habéis ido a verlo, estáis tardando.
El caso es que
cuando empezaron las obras ese relieve desapareció. Es de suponer que lo
tendrán guardadito y que lo volverán a poner en su sitio. Sería una pena que no lo hicieran.