En la viñeta que puse en la entrada que dediqué a la “síntesis
asincrónica” utilizaba el típico convencionalismo gráfico con que en el
tebeo se dibuja la trayectoria de un móvil: las líneas cinéticas. En esta nueva página del Motomutante Maroto abuso, además, de otro recurso típico del cómic: las onomatopeyas.
La forma de editar tebeos que se ha dado en llamar "novela
gráfica" ha supuesto una innegable revolución en el medio. Esta revolución
ha alcanzado tanto a los contenidos (temáticas inéditas y más
"adultas": reportaje periodístico, filosofía, autobiografía,
ensayo...; estéticas más innovadoras: el diseño como recurso narrativo...) como a lo
puramente industrial (otros formatos físicos, otro público que antes no leía
tebeos, otros canales de distribución, otra proyección mediática).
Es curioso observar que toda esta revolución del
lenguaje del tebeo, este éxito, se logra renegando, en parte, de algunos de los
recursos estéticos y narrativos más reconocibles y clásicos del tebeo. El
cómic, como lenguaje narrativo que combina imagen y texto en paridad de
importancia, ha procurado siempre superar las limitaciones de la imagen fija
para mostrar lo que no se puede ver: el movimiento
y el sonido. Y lo ha logrado mediante dos convencionalismos
gráficos tan característicos como las líneas
cinéticas (las que
dibujan la trayectoria de un movimiento) y las onomatopeyas.
A menudo se olvida que cualquier texto
que leamos es una imagen y que cuando aprendemos a escribir empezamos
aprendiendo a dibujar las letras. Si el texto es imagen, puede ser el
protagonista de una viñeta.
Walt Simonson en Thor |
Vázquez en "Anacleto". |
Stephen Bissette utiliza la onomatopeya además como línea de trayectoria. |
Y
aunque la física nos dice que no podemos saber a la vez la posición y la
velocidad de una partícula en movimiento, el cómic casi ha logrado resolver ese
problema.
Francisco Ibáñez, "Valor y al toro". Formidable alarde en el uso de onomatopeyas y líneas de trayectoria de un movimiento en una larga secuencia. |
Uderzo en "Asterix en Bretaña" |
Precisamente la representación del movimiento es una de las
soluciones visuales que emparenta el tebeo más clásico con el arte de
vanguardia en un camino de ida y vuelta. Y la abstracción que supone "ver" el ruido también ha atraído al arte contemporáneo
E. C. Segar en ´"Popeye"1931. Giacomo Balla , 1912 |
Dos ejemplos de onomatopeyas, una de Sergio Toppi, y la otra del muy conocido Roy Lichtenstein |
Spiegelman en "Maus". La viñeta de abajo es la única en la que la línea de movimiento se convierte en parte integral de la image |
Joe Sacco, por ejemplo, en su “Gorazde”, que está lleno de explosiones, tiros y gente corriendo, no utiliza ni una sola onomatopeya y
ninguna línea cinética. Al parecer las imágenes dibujadas deben procurar asemejarse
a una instantánea fotográfica para ser más serias.
(Dicho esto, quien no haya leído “Gorazde, zona protegida” que vaya corriendo a
conseguirlo. Es un libro excepcional. Para mí el mejor de Sacco.)
Otros autores como , Satrapi, Spiegelmann, Paco Roca... sí las utilizan, aunque poco, con timidez y hasta con deliberada torpeza, como pidiendo perdón por usar un recurso que parece entenderse como infantilizante, desdramatizador, algo que rebaja el nivel intelectual del producto. En cierto modo se vuelven a entender las viñetas como ilustraciones, como en el siglo XIX y casi como Foster en el Príncipe Valiente.
Edgasr P. Jacobs, en una de sus más exageradas utilizaciones de líneas cinéticas, estrellitas del golpe y onomatopeya temblona, "adjetivada". |
Otros autores como , Satrapi, Spiegelmann, Paco Roca... sí las utilizan, aunque poco, con timidez y hasta con deliberada torpeza, como pidiendo perdón por usar un recurso que parece entenderse como infantilizante, desdramatizador, algo que rebaja el nivel intelectual del producto. En cierto modo se vuelven a entender las viñetas como ilustraciones, como en el siglo XIX y casi como Foster en el Príncipe Valiente.
Es posible que la extrema irrealidad, el grado de abstracción que implican estos recursos, los haga más aptos para la narración humorística o de aventuras.
Rudolph Dirks, "Katzenjammer Kids" 1905-1910 |
No pretendo llegar a ninguna conclusión crítica . Todos los autores que cito me encantan y creo que son de lectura obligada.
Y de todos modos esto no pretende ser un estudio exhaustivo del tema. Estoy seguro de que todo lo que digo será perfectamente matizable y corregible.
No me he leído todos los tebeos del mundo, así que cualquiera sabe.
Paco Roca "Los surcos del azar",2013 |