MOTOMUTANTE MAROTO

  Aquí podréis leer las aventuras del Motomutante Matoro, puestas por orden de aparición. Las primeras se publicaron, hace ya muuuuucho tiempo en el fancine Garabato, que sacaba en Palencia la ACUP.


  En un futuro quizá no tan lejano, por dictados de la alta geopolítica que impone su ley en una Europa plenamente globalizada, Castilla la Vieja ha sido devastada para reconvertirla en el vertedero nuclear (y de todo tipo) del continente. 
           Previamente se procedió al desalojo y deportación del excedente demográfico que, obstinado y cerril, habitaba la región. Para financiar tamaña operación el patrimonio histórico-artístico de la región se habrá vendido a las todopoderosas corporaciones transnacionales que gobiernan el planeta.


          Sin embargo, exiguas bolsas de población contumaz, reacias a huir del terruño, han logrado resistir en el erial radiactivo que es ahora su tierra, en la que apenas crece otra cosa que el recio melón tendral y el inmarcesible cardo de cuneta, amén de algunas malas hierbas como abrojos y ceñiglos. La extraordinaria radiación latente, la altísima concentración de metales pesados, la salinización de los escasos acuíferos, ya contaminados por el arsénico y el nitrito de los purines, los residuos industriales y hospitalarios en proporciones continentales, y otras calamidades que no es preciso especificar, producen en estos sujetos mutaciones aberrantes y patologías inenarrables.

En la presentación del personaje la influencia del western era más que obvia. En el fondo es una relectura guasona de "Raíces Profundas".
















En el segundo episodio ya me permitía la libertad de que ni siquiera aparezca el supuesto protagonista, que da nombre a la serie.

Dentro de toda la empanada de influencias que hay en estas historias, el western es una de las más reiteradas. Si la primera era un evidente homenaje a "Raices Profundas", de George Stevens, al hacer la tercera tenía en mente una escenita de "Dos cabalgan juntos", de John Ford, en la que Jame Stewart y Richard Widmark charlan de sus cosas sentados en la orilla de un río, en un plano general fijo bastante largo. 





En la siguiente la referencia eran los romance de ciego y las "aleluyas" por dos motivos: como antecedentes de la historieta y como parte de esa cultura popular que llegaron a conocer mis padres y que ya no existe. Es otra historia en la que el personaje que da nombre a la serie ni aparece.
Por cierto que todo lo que se dice en ese romance sobre cómo hacer la matanza secar jamones, está rigurosamente contrastado. Podéis utilizarlo como tutorial, si llega el caso.










Después decidí hacer un homenaje a Lovecraft. En concreto a el cuento "El color que cayó del cielo", que tiene ciertos detalles argumentales que me pareció que podían encajar muy bien en el universo decadente de Maroto.
Una historia sin diálogos, pero con muchas onomatopeyas. Esta historia se publicó ya en el fanzine CRETINO, donde ya venía colaborando desde hacía un tiempo, y que en adelante alojó casi todas mis historietas. 








En los números del  Cretino  dedicados a los temas  "Piratas" y  "Viajes" me las apañé sin muchos problemas para que las historias tuvieran alguna relación con el tema. 




En fin, aquí tenéis , directamente, un PDF del tomo recopilatorio que salió en 2011 con estas aventuras y algunas más. Echadle un ojo.

 

Y de remate, la fotonovela que hicimos  sobre el personaje, que otra aventura del mismo, pero que se quedó fuera, no sé por qué.




Parece que, por fin, he empezado en serio la nueva aventura del Motomutante Maroto. Retomo el personaje y me lanzo a un proyecto que será largo y lento, me temo. Esta página del blog pretende ser lo que los que hablan inglés denominan "trabajo en marcha", aunque en mi caso se ajustaría más a un "estoy en ello". 
   Creo que que la historia se titulará "Ni un paso más", y empieza así.

   

























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