domingo, 24 de mayo de 2020

UNA VISITA AL INFIERNO... DE VERDAD.


   Visitando el Museo Oriental de Valladolid  (fundado en 1874 con los fondos atesorados por la orden de los agustinos, que desde mediados del siglo XVI predicaron y se instalaron en Filipinas, China y Japón) me encontré con unas ilustraciones estremecedoras, que nos muestran  muy detalladamente cómo son los castigos que a los réprobos nos aguardan en el infierno, realizadas de una manera increíblemente vívida y, a la vez, ingenua.

  
  Es un ejemplar de un libro, "El Infierno abierto al cristiano, para que no entre", obra del jesuita italiano Paolo Segneri (Pablo Señeri en  traducción hispana) que, por lo visto, circuló muchísimo en los siglos XVI, XVII y XVIII, conoció traducciones a todos los idiomas del orbe católico y no dejo de reimprimirse durante decenas de años después de su muerte
  Algunos iban ilustrados, como este ejemplar, impreso en Manila en 1749, del que consta el nombre del grabador,  Isidro Paulino, muy probablemente un indígena filipino educado con los agustinos.




  En todas las ediciones de "El infierno abierto" la iconografía es muy estable , y aunque cambie el artista, los motivos y los dibujos son los mismos en ediciones de otros países  y otras épocas.
 Esto de intentar representar de manera tangible y naturalista como son las penas del infierno materialmente para acongojar a los buenos cristianos se venía haciendo también por escrito en homilías y sermones de todo tipo de clérigos.

   Entre las imágenes que pongo a continuación, y que ya no son del libro del museo, intercalo alguno de esos textos sacados del libro “Geografía de la eternidad” de Ana Martínez Arancón  (Ed. Tecnos , 1987)




Martín de Roa,"Estado  de los bienaventurados en el Cielo. De los niños en el Limbo. De los condenados en el Infierno, y de todo este Universo después de la Resurrección y Juicio Universal". Barcelona , 1630.














Sebastián Izquierdo,"Consideraciones de los quatro Novissimos del Hombre.Muerte, Juicio, Infierno y Gloria." Roma 1672