Visitando el Museo Oriental de Valladolid (fundado en 1874 con los fondos atesorados
por la orden de los agustinos, que desde mediados del siglo XVI predicaron y se
instalaron en Filipinas, China y Japón) me encontré con unas ilustraciones estremecedoras,
que nos muestran muy detalladamente cómo
son los castigos que a los réprobos nos aguardan en el infierno, realizadas de
una manera increíblemente vívida y, a la vez, ingenua.
Es un ejemplar de un libro, "El Infierno abierto al cristiano, para que no entre", obra del jesuita italiano Paolo
Segneri (Pablo Señeri en traducción
hispana) que, por lo visto, circuló muchísimo en los siglos XVI, XVII y XVIII, conoció traducciones a todos los idiomas del orbe católico y no
dejo de reimprimirse durante decenas de años después de su muerte.
Algunos iban ilustrados, como este ejemplar, impreso en Manila en 1749, del que consta el nombre del grabador, Isidro Paulino, muy probablemente un indígena filipino educado con los agustinos.
En todas las ediciones de "El infierno abierto" la iconografía es muy estable , y aunque cambie el artista, los motivos y los dibujos son los mismos en ediciones de otros países y otras épocas.
Esto de intentar representar de manera tangible y
naturalista como son las penas del infierno materialmente para acongojar a los
buenos cristianos se venía haciendo también por escrito en homilías y sermones
de todo tipo de clérigos.
Entre las imágenes que pongo a continuación, y que ya no son del libro del museo, intercalo alguno de esos textos sacados del libro “Geografía de la eternidad” de Ana Martínez
Arancón (Ed. Tecnos , 1987)
Sebastián Izquierdo,"Consideraciones de los quatro Novissimos del Hombre.Muerte, Juicio, Infierno y Gloria." Roma 1672 |