lunes, 21 de abril de 2014

EL RINOCERONTE A TRAVÉS DEL ARTE.

    Hace tiempo, preparando una presentación para hablar del "grado de iconicidad" de las imágenes, encontré una serie de imágenes de rinocerontes que me servían como hilo conductor. Lo curioso es que, después, he vuelto a encontrar rinocerontes en lugares sorprendentes y por motivos muy variados.     Es verdad que lo mismo se podría hacer con otros animales, como el elefante, que también se encuentra a menudo, pero me ha hecho gracia este otro bicho.
Vamos a ver unas cuántas imágenes de rinocerontes a lo largo de la historia del arte.

    En la pintura rupestre de las más famosas cuevas francesas podemos encontrar representaciones de rinocerontes, como este ejemplo de Chauvet.
Cueva de Chauvet, Francia

O estos otros de Tassili, Argelia,  en pleno desierto del Sahara. Lugar en el que se puede encontrar multitud de otros animales.



Tassili, Argelia

Tassili, Argelia






Aquí, un mosaico romano.
La Villa romana del Casale , villa tardo-romana  en la localidad siciliana de Piazza Armerina
Y, cómo no, el prodigioso rinoceronte de Alberto Durero. Este grabado tendrá una influencia extraordinaria en la representación de este animal hasta nuestros días.
La Wikipedia cuenta cosas muy interesantes sobre él, y sobre este tema en general.
                                   el rinoceronte de Durero





En 1581, el gobernador de Java regaló a Felipe II un rinoceronte hembra. Entonces los rinocerontes se llamaban abadas, palabra originaria del portugués. El rinoceronte fue exhibido en un corral y atrajo a buena parte de los madrileños que no querían dejar de ver un animal nunca imaginado.
No se sabe si fue este rinoceronte u otro que trajo un circo un siglo después, el que estuvo encerrado en un corral muy próximo a la actual plaza de Callao, pero el bicho dejó un gran recuerdo que dio nombre a la actual calle que desemboca en la Gran Via.








Ya en el siglo XVIII llegaría un nuevo rinoceronte a Europa. Este se llamaría Clara y le pintaron hasta retratos. Legó a Holanda, recorrió toda Europa y murió en Londres.

Retrato de Clara en París en 1749, por Jean-Baptiste Oudry.


Clara il rinceronte, en Venezia en 1751 Pietro Longhi


El Rinoceronte Clara en un grabado de 1747


                                                 la rinoceronte Clara.




Y ya nos plantamos en el siglo XIX.    Esta es una escultura plantada frente al Musée d´Orsay,   obra de 
Alfred Jacquemart 
para la exposición de París de 1878.
        
                              






















Y en el siglo XX, el mismísimo Dalí hizo una escultura claramente basada en el grabado de Durero.
Rinoceronte vestido con puntillas(1956) de Salvador Dalí.

Y este en Ancona, Italia, el más reciente. Esta vez con una cría.
En Ancona, "Mater amabilis",obra de Valeriano Tubbiani, de 1995.

De todas formas, el tema está muy lejos de agotarse con lo que he puesto hasta aquí. Si hurgáis un poco en la red, encontraréis una cantidad sorprendente de esculturas de rinocerontes. Os recomiendo esta página, si es que tenéis más interés en este tema. La verdad es que la información que proporciona es mucho más exhaustiva que la mía.

Y respecto a su representación de los tebeos, también podemos encontrarlo. Y no sólo en los obvios tebeos ambientados en la selva, como este de 
Burne Hogarth para su Tarzán.





También en las aventuras de Spirou, que dibujo el gran Franquin.





Como podéis imaginar, estos son sólo dos ejemplos de los muchísimos que podríamos aportar.



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