martes, 26 de enero de 2016

LAS FLAUTAS MÁGICAS DE MOZART Y LOS PITUFOS




    Si hablamos de “La Flauta Magica”, así, sin más, todos supondrán que nos referimos a una de las óperas de Mozart más conocidas y representadas. Sin embargo a los lectores de tebeos más recalcitrantes posiblemente también les venga a la mente “La flauta de seis agujeros”, después llamadaLa flauta de los pitufos”, novena de las aventuras de Johan y Pirluit, escrita y dibujada en 1958 por Peyo (Pierre Culliford). Como es bien sabido es en esta historieta donde por primera vez aparecen como personajes secundarios los luego celebérrimos pitufos, como constructores de las flautas mágicas.

    Es lo que me pasó cuando hace poco asistí a la representación de la ópera de Mozart en el Teatro Real de Madrid. Como tienen la buena costumbre de ir poniendo el libreto traducido en un panel luminoso sobre el escenario, uno puede enterarse por fin de lo que dicen los personajes de una ópera que ha escuchado no pocas veces, y, en este caso, me sorprend a mi mismo que, en varios pasajes de la obra, el texto me trajera reminiscencias pitufas.   Recordemos que el "guión" de la ópera lo escribió Emanuel Schikaneder, al parecer masón iniciado, que trufó el libreto de referencias esotéricas. No creo que Peyo llegara a tanto, pero vamos a ver unos pocos paralelismos, más o menos cogidos por los pelos, que a mi me parecen curiosos.
  Avanzaremos en paralelo, a la izquierda Mozart- Schikaneder, a la derecha Peyo.:

   
Pero en el tebeo de Peyo el origen de la flauta es un brujo al que han quemado.
La "magia" de la flauta de los Pitufos consiste que hace bailar a la gente hasta desfallecer,  así que los protagonistas la usarán para defenderse.

Al principio de la ópera de Mozart las Tres Damas,
una suerte de hadas, hacen un par de regalos
a los protagonistas. Al príncipe Tamino 
le regalan una flauta mágica y a Papageno 
un carillón. Al parecer ambos instrumentos 
son mágicos y les protegerán.
  PRIMERA DAMA
(le da a Tamino una flauta de oro) / ¡Oh Príncipe, acepta este regalo! / Te lo envía nuestra princesa. /Esta flauta mágica /te protegerá y sostendrá /en las mayores desgracias.
LAS TRES DAMAS
Te permitirá obrar / con omnipotencia, /transformar las pasiones / de los hombres: 
 el triste se pondrá alegre, / el solterón se enamorará.
TODOS
Oh, una flauta como ésta vale más / que todo el oro y todas las coronas, /pues con ella se incrementa /la dicha y felicidad de los hombres.
PRIMERA DAMA
(le da un carillón a Papageno) /Toma este tesorito, / es tuyo. 
PAPAGENO
¡Eh, eh! ¿Que habrá dentro?
LAS TRES DAMAS
Dentro oirás sonar las campanillas.
PAPAGENO
¿Y podré tocarlas / cuando me apetezca?
LAS TRES DAMAS
¡Pues claro que sí! / ¡Sí, sí, claro que sí!
TODOS
 Las campanillas de plata, /la flauta mágica serán necesarias / para vuestra/nuestra protección. /Adiós, nos vamos. / Adiós. ¡Hasta la vista!

No obstante según Schikaneder no es la flauta mágica la que hace bailar hasta el desmayo a la gente. Esta es, más bien, un instrumento cuya música protege de las amenazas y trae la felicidad a las gentes. Será el carillón de Papageno, con el sonido de sus campanitas, el que haga bailar incontroladamente a los que lo oyen. Y Papageno lo usa para defenderse:
MONOSTATOS
¡Eh, esclavos, venid acá! / (Vienen unos esclavos con cadenas.)
PAPAGENO
¡Quien mucho arriesga, mucho gana! / Ven, hermoso carillón, / haz que suenen, /que suenen las campanitas, / que sus oídos las oigan cantar. / (Toca el carillón. Enseguida  Monostatos y los esclavos se ponen a bailar y a cantar.) 
MONOSTATOS, ESCLAVOS
¡Qué sonidos tan magníficos, /qué sonidos tan bellos! /¡Larala la la larala!
¡Nunca había oído ni visto /cosa igual! / ¡Larala la la laralal
(Salen, sin dejar de bailar.)


También hay cierta coincidencia en el método a seguir para fabricar una flauta mágica: hay que  tallarla con el corazón de un arbol singular, si bien el ambiente necesario para hacerlo parece más peliculero en la ópera. Así lo explica la propia Pamina, hija del constructor de la flauta:
 
PAMINA
Y si tú tocas tu flauta mágica, 
 ella nos protegerá en el camino. 
 En una hora mágica mi padre 
 la talló de lo más hondo 
 de una encina milenaria, 
 entre truenos y relámpagos, 
 tempestades y huracanes. 
 Ven y toca la flauta, 
 nos guiará por el camino de espanto.


También aparece lo que tener que atravesar un lugar lleno de peligros: gracias a la flauta en la ópera; gracias a la “hipnoquinesia” en el tebeo.


PAMINA, TAMINO
¡Alegres atravesamos, / gracias al poder de la música, / la sombría noche de la muerte!



LOS DE LA ARMADURA 
¡Alegres atravesáis, /gracias al poder de la música, /la sombría noche de la muerte!
(Tamino y Pamina se dirigen hacia la montaña que arroja fuego. Atraviesan las llamas, entre los rugidos del viento. Tamino toca su flauta. Así que salen del fuego, se abrazan.)


PAMINA, TAMINO

Hemos atravesado /las llamas ardientes, /hemos afrontado /con valor el peligro. /Que tu música nos proteja

en el aguas, /como nos ha protegido en el fuego.

(Tamino toca la flauta. Se dirigen hacia la montaña de la cascada, descienden y al poco tiempo vuelven

a subir. Enseguida aparece la entrada de un templo que brilla iluminado.)

En fin, espero no haber ofendido a demasiada gente con este cortocircuito de ideas que conecta, en mi  cerebro calcinado por el pop, la "alta cultura" y los tebeos infantiles. No pude evitarlo.

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